El otoño es una estación de repliegue y transformación del paisaje. Los días menguantes inducen a un trabajo de recapitulación y síntesis de la experiencia del verano.
El estudio se adecenta y prepara para el invierno, las hojas muertas invaden el patio y cierra el sol como reloj que adelanta.
Como suave frío de otoño después del verano, camino hacia donde parece que algo existe. Extiendo la red, con la esperanza de recoger las briznas del día. Sueño en los ojos de esperas, intentando hacer significativo lo insignificante. No tuve paciencia y me fui antes de llegar.
Anto Rabzas. UBI Impresión Glicée. 30×40 cm.