Intervención en La Iglesia de San Agustín, Toro. Zamora 2008
El proyecto en la Iglesia de San Agustín en Toro, ha consistido en diez piezas cortas ubicados en distintos lugares de la misma (exteriores e interiores) realizados por dos intérpretes de danza Butoh. Una iglesia vacía magníficamente rehabilitada es un lugar extraño: ha sido un espacio sagrado, pero ya no lo es, no hay culto, sólo queda el contenedor con una estructura de cruz latina y bóvedas de cañón. El suelo de piedra de Calatorao negra perfectamente pulida se convierte en espejo, hasta tener la impresión, durante un brevísimo instante, de no entender ya que es realidad y que ilusión. El problema conceptual que me ha planteado este espacio es la ingravidez y la levedad de dos frágiles cuerpos desnudos por oposición a la gran “masa del contenedor construido”. Lo espiritual aquí, son los cuerpos sin edad, frente al cascarón vacío de un símbolo religioso que se denomina transcendente. El conjunto se ha grabado en alta definición y se ha montado una pieza audiovisual independiente.
Que el lugar se convierta en un lugar extraño…, que incluso ya no se sepa que esto se llama una iglesia…